La 'salida de pista' que cometieron los controladores aéreos el pasado fin de semana les ha convertido en villanos ante la opinión pública española, que no se ha parado a pensar que el colectivo no hacía sino reivindicar unas condiciones de trabajo que no se dieron ellos mismos; de modo que hay que luchar contra la tentación de realizar un linchamiento sobre un sector que tiene (a estas alturas) todas las papeletas para pagar la frustración general del país. Y no hay que alentar esa actitud. Ya que:
–Primero: no sería justo, porque las excelentes condiciones de trabajo de que disfrutan los controladores se las ha dado alguien; no ellos mismos.
–Segundo: su posición ventajosa en lo laboral no es excepcional, porque los mismos privilegios los tienen otros colectivos que no están en la picota.
–Tercero: no es legal, dado que una característica principal del sistema democrático es que son los jueces quienes pueden dar y quitar la razón.
De modo que Don Gato prefiere enfriar el conflicto de AENA e invitar a cada uno a que defienda sus derechos donde considere que debe hacerlo.
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