Condena en Argentina

La Justicia argentina acaba de imponer una pena de 25 años de cárcel para el octogenario general Reynaldo Bignone, el último jefe de la Junta Militar, que entregó el poder a Raúl Alfonsín –elegido democráticamente, éste– tras un febril trabajo dedicado a borrar las huellas de la dictadura en los papeles oficiales. Y esta condena satisfará, sin duda, a mucha gente, por lo que se reproduce aquí un perfil de este personaje que publican hoy muchos periódicos del mundo y que firma Carlos Werd para la agencia EFE

"Buenos Aires, 20 abril.- Reynaldo Bignone, condenado a 25 años por delitos de lesa humanidad, fue el último presidente de la dictadura argentina (1976-1983) y quien trató de borrar las huellas de los crímenes cometidos por el régimen y de amnistiar a los responsables. (/) Durante su breve gestión, el hoy octogenario ex general negoció la transición hacia la democracia, ordenó destruir la documentación sobre detenciones, torturas y asesinatos de desaparecidos y firmó una ley de Amnistía o Pacificación Nacional para encubrir a los miembros de las Fuerzas Armadas".
"Nacido el 21 de enero de 1928 en el núcleo bonaerense de Morón, Bignone ingresó en el Ejército a los 19 años y, en 1976, participó activamente en el derrocamiento del gobierno de María Estela Martínez de Perón, tercera esposa del tres veces presidente Juan Domingo Perón. (/) Poco después de la instauración del régimen militar –régimen 'de facto', habría que llamarlo, ya que nunca fue proclamado, lo que lo diferencia de otros episodios 'hermanos', como el de Pinochet o el de Franco, por citar– ocupó las instalaciones del hospital Posadas para convertirlo en un campo de concentración. (/) En 1980, fue subdirector de los Institutos Militares y, un año después –cuando Viola sucedió a Videla–, pidió su retiro".
"Distanciado políticamente de la cúpula castrense, se convirtió entonces en candidato ideal para suceder al general Galtieri, caído en desgracia tras la derrota argentina ante el Reino Unido [en Las Malvinas/Falklands]. (/) El 1 de julio de 1982, tras la dimisión de Galtieri, Bignone llegó a presidir Argentina, tras prometer restaurar la democracia en el país, muy deprimido económicamente y objeto de crecientes presiones de los organismos de Derechos Humanos para conocer el paradero de los desaparecidos. (/) El 28 de abril de 1983, y tras fijar la fecha de las elecciones para octubre de ese año, Bignone dictó un decreto que ordenó borrar toda evidencia de la "guerra sucia", así como firmó el Documento Final sobre la Lucha contra la Subversión y el Terrorismo que orientó la represión. (/) El 23 de septiembre avanzó en este proyecto al firmar la ley de Pacificación Nacional en beneficio de los miembros de las Fuerzas Armadas que actuaron en los "años de plomo", norma que, luego, el Gobierno constitucional anularía, por considerarla una "autoamnistía".
"La foto de Bignone colocando la banda presidencial al dirigente radical Raúl Alfonsín, ganador de las elecciones tras siete años de cruenta dictadura, recorrió el mundo el 10 de diciembre de 1983. Un mes después de dejar el poder, Bignone fue detenido, acusado de desaparición y asesinato de soldados, pero fue puesto en libertad en junio de 1984 por disposición del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. Logró eludir el histórico Juicio a las Juntas Militares de 1985, pero en 1999 regresó a la cárcel por el robo de hijos de desaparecidos y el secuestro y asesinato de médicos en el hospital de Posadas. Fue liberado en 2005, aunque volvió a la cárcel, en 2007, por orden del mismo tribunal que le condena ahora por delitos de lesa humanidad en la guarnición militar de Campo de Mayo, considerada la mayor cárcel clandestina del régimen militar de facto".
"Bignone también ha sido procesado por su responsabilidad en el Plan Cóndor –por el que el juez español Baltasar Garzón trató de procesar a Pinochet–, como se denomina a la represión coordinada de las dictaduras del cono sur americano para eliminar a opositores políticos en las décadas de 1970 y 1980". En ella participaron Chile, Argentina, Uruguay y Brasil.

Esta noticia cobra importancia hoy al recordar que el enjuiciamiento al que se está sometiendo a la dictadura argentina deriva, de algún modo, de las actuaciones de Garzón y al conocer la extraña situación del juez jienense.